¿Somos los españoles unos piratas? ¿Robamos sin parar a la industría cultural? ¿Descargamos sin ton ni son, con el único propósito de sentirnos unos ladrones? Según los informes de entidades como Promusicae y SGAE la respuesta sería un rotundo SÍ, según mi humilde opinión NO. No, y mil veces NO.

Soy informático (sí, lo sé… «probecico»), y por mi profesión, vivo más de medio día conectado al ordenador. Navego, investigo y reviento google a búsquedas, y si algo he aprendido en estos años de estudios y trabajo es que la llamada «comunidad de internet» es de todo menos egoista y «ladrona». Por doquier me encuentro con foros, blogs, tweets y demás formas de interacción social que no tienen otro fin que ayudar a los demás de forma desinteresada. Dudas de todo tipo son resueltas, desde las más banales a las más complejas (que implican una «perdida» de tiempo por parte de la otra persona). Me he encontrado con miles de aplicaciones que la gente crea con el único propósito de ayudar y aprender. Aplicaciones que una vez depuradas, y después de demostrar su valía, incluyen en sus webs o en la propia aplicación la opción de donar al autor un dinero. Hablo de aplicaciones que llevan años funcionando única y exclusivamente a base de donaciones. Sí, donaciones de esos tan piratas, de esos que roban sin parar al pobre creador. Me incluyo en tan despreciable grupo social. Y es que, no lo olvidemos, los informáticos, ingenieros, escritores aficionados, amas de casa, todos pueden ser creadores de cultura, no solo aquellos respaldados por las grandes empresas, e internet es esa «casa» nuestra. Esa «casa» que da cabida a todos sin pedir nada a cambio. Es hora de que sea el público el que desprecie o vitoree nuestras obras, las de todos, y no un señor sentado en una mesa.

Hay un dato que me llama poderosamente la atención. España es el sexto país más solidario del mundo. Sí, esa España vil, ruín y pícara que aprovecha la ley para hacer la trampa… Y es que esa España despreciable es la 79ª nación del mundo en piratería…. ¡Qué ruines somos! Sinceramente, no me cuadra que el sexto pais más solidario del mundo sea tan pirata como se dice.

Nos hablan constantemente de las pérdidas de los sectores de la cultura (productoras de cine y música, editoriales,…), como bien explica Juan Gómez-Jurado en su genial artículo La piratería no existe , y sin embargo sus ingresos aumentan año tras año. Yo suelo acudir al cine con asiduidad, pago religiosamente los 7 euros y pico que vale el cine (no olvidemos que un DVD cuesta entre 9 y 20 y se puede ver todas las veces que quieras y tiene contenidos extra). Si la película es un bodrio, me lo trago y no puedo exigir la devolución del importe de la entrada. Lo mismo me pasa si voy a un concierto en el que un señor, o señora, endiosado, o endiosada, me deleita con una hora de concierto burdo y chabacano por un módico precio de 50 euros la entrada.

Creo que, por suerte, esto cambiará. Habrá un día (espero que no muy lejano) en el que las productoras se den cuenta de su error. Un día en el que cambien su modelo de negocio y en el que los autores más cerriles abran su mente a este nuevo mundo que nos rodea.