Título: Canción de hielo y fuego I: Juego de tronos
Autor: George R.R. Martin
Año: 1996
Tras el largo verano, el invierno se acerca a los siete reinos…
Para ser sinceros empecé el libro por recomendación pero con bastante miedo. La única saga de fantasía que he logrado terminar con verdadero gusto ha sido la del Señor de los anillos y este dato me acongojaba un poco. Más aún al saber que los libros iban a ser siete, y no por miedo a la extensión (cosa que agradezco) sino porque no me gusta nada dejar un libro a medias.
Empecé por tanto el libro con miedo y eso se notó en que tardé unos días en coger el hilo de la historia, sin embargo ahí cambió todo. Al principio los nombres se hacían difíciles de memorizar, pero afortunadamente al final del libro hay un esquema con todos los personajes tanto principales como secundarios (cosa de agradecer en un mundo tan vasto y basto). George R.R. Martin (del cual no he leído ningún otro libro) tiene, a mi modo de ver, un don innato, y es la capacidad de hilar muy fino las historias. Hila tan tan fino que detalles que aparentemente son insignificantes a medida que avanza la historia se convierten en acontecimientos importantes y eso es algo muy difícil de conseguir; no ya que acaben siendo importantes sino el hecho de que consiga que nos parezcan insignificantes a priori.
Como decía el mundo es enorme, y va aumentando poco a poco a medida que avanza la historia, evitando así que nos perdamos desde el principio. Los personajes están muy cuidados y tienen algo que supera a otras novelas similares, y es que dichos personajes son tremendamente humanos; para lo bueno y para lo malo. A pesar de que tenemos personajes que se podrían definir como «buenos» y «malos», la frontera entre esa benevolencia y esa maldad es bastante difusa, dotando así de una gran humanidad a la historia. Además George R.R. Martin no tiene ningún problema en matar a personajes principales a mitad de la historia si eso sirve para mejorarla. Esto puede suponer un pequeño trauma para los lectores pero afianza el mundo brutal en el que se desarrolla el libro.
En resumidas cuentas, un libro recomendadísimo, vibrante, emocionante y brutal que contiene grandes dosis de acción, intrigas políticas, y demás componentes que lo hacen un digno candidato a convertirse en un clásico de la literatura fantástica.